viernes, 29 de abril de 2011

¿Caundo hay que cambiar de trabajo?


Hoy toca filosofar…..
¿Cuándo deberíamos decidir cambiar de trabajo?
A pesar del momento actual, en el cual tener un trabajo, es ser afortunado hay momentos en los que lo mejor es plantearse cambiar de trabajo.
Realmente muchos vamos a trabajar sin ganas y pensando en la hora de salir, unos por la razón de que trabajando lo pasan mal, otros, quizás, porque no nos mentalizamos para pasarlo bien, o bien porque nos gusta hacer lo que nos apetece y en el trabajo estamos obligados a realizar lo que nos ordenan, en ocasiones de formas poco apropiadas.
Sinceramente, mirándome a mí, el trabajo que realizo no me disgusta, me joroba un montón que mi jefe actual sea un gruñón, pero también nos apreciamos mutuamente, hasta el punto de tomarnos una cerveza juntos después de trabajar.
Quizás, el problema de la mayoría de trabajos, es que la dirección no incentiva a los trabajadores a subir de categoría, todo lo contrario, prefieren traerse alguien de fuera para darle un puesto mejor, en lugar de aprovechar a la gente valida que poseen, por lo cual los trabajadores suelen echar raíces en su puesto de trabajo, aburridos, aunque cómodos….
Si queremos prosperar, no vendrá otra empresa a buscarnos y ofrecernos un mejor puesto, debemos ser nosotros los que nos movamos y busquemos ese puesto, pero claro esta, eso cuesta trabajo hacerlo y además debemos ser buenos y encima valorarnos nosotros mismos.
Generalmente he tenido suerte en mis trabajos, en todos los sitios, que han sido bastantes, me he llevado bien con jefes, compañeros y clientes, siempre ha habido algún compañero borde o un jefe cascarrabias o un cliente gruñon, pero con respeto y haciéndose respetar se sobrevive con relativa facilidad.
Recuerdo un trabajo, muy bien pagado, donde me aburría porque tenía que estar muchas horas y encima no tenía casi nada que hacer, pero fue el único trabajo que recuerdo que se me hacía cuesta arriba entrar por las mañanas…. Y que conste que tanto jefes, como compañeros no llevabamos de fábula… el sueldo estupendo, cuando tenía trabajo me gustaba, a veces estaba tan aburrido que me entretenía en desmontar algún aparato para volverlo a montar, me hartaba de ir a tomar cafés…..
Os preguntareis ¿por qué un trabajo bien pagado, con buen ambiente, poco trabajo y además te gusta lo que hacías, hasta el punto de desmontar para volver a montar, para hacer algo, te podías ir a tomar los cafés que quisieras te agobia? la respuesta es bien simple, trabajaba turnos de 12 horas de lunes a domingo……solo paraba una hora para comer….bueno esa es la hora que trabajaba….moviendo las mandíbulas….jejejeje.
Ahí me ofrecieron hacerme fijo, cuando termine el contrato, y le dije que me iba a montar tejados de uralita cobrando una cuarta parte de lo que me pagaban, y la verdad, no me arrepiento, y eso que montar tejados de uralita era duro y mal pagado, comparando sueldos, pero realmente descanse con el cambio.
Entonces, debemos pensar que cuando no aguantamos al jefe, no aguantamos a los compañeros, no nos gusta el trabajo que realizamos, quizás, cuando solo una de estas tres condiciones mencionadas con anterioridad no se cumpla, es el momento de plantearse, sin prisas, pero sin olvidar el tema, buscar un trabajo más acorde a nosotros.

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