sábado, 12 de octubre de 2013

Proyecto Meridian



En esta ocasión volveremos a tocar el tema de los microondas gigantes.

Hace algún tiempo os escribí un post sobre el “Proyecto Haarp”, una potente emisora de ondas radioeléctricas americana.

Algún tiempo más tarde, también os escribí sobre el “Proyecto Sura”, la versión del Proyecto Haarp ruso.

Pues China también tiene su propio Proyecto Haarp, el Proyecto Medirian.

El Proyecto Meridian, también conocido como el Mega proyecto para monitorear el tiempo del espacio el cual estaría formado por 15 estaciones para asegurar la seguridad de las actividades espaciales chinas, con elementos técnicos tales como magnetómetros (miden la fuerza y la dirección del magnetismo), ionosondas (generan información virtual de la altura de la parte baja de la ionosfera estimando sus densidades), radares de alta frecuencia, lidar (medición de distancias por medio de un laser), interferómetros (aparato para medir las longitudes de onda de la luz), etc.

Estas estaciones se situarían en Mohe, Beijing, Wuhan, Isla de Hainan, Shangai y Lasa.
La misión oficial de este proyecto tiene como objetivo monitorizar los cambios meteorológicos y comprender las causas de las catástrofes naturales.

Estas estaciones tendrían unas antenas diferentes a las convencionales basadas en las antenas de los teléfonos móviles, estas antenas de última generación podrían emitir a la vez diversas frecuencias diferentes, en lugar de solo emitir una sola señal como ocurre con las antenas habituales.

Estas antenas de última generación, reciben la denominación de antenas fractales, estas antenas utilizando un fractal (objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular se repite a diferentes escalas), están diseñadas para maximizar la distancia o el perímetro en el cual puede emitir o recibir señales.

El inventor de este tipo de antenas se llama Nathan Cohen.

Este proyecto dotado con un presupuesto de 25 millones de dólares, es coordinado por el Centro de Ciencia Espacial y de Investigación Aplicada de la Academia de Ciencias de China.

Ciertamente es curioso que todas las grandes potencias, poco propensas a invertir en investigación, tengan su propio microondas, un microondas gigantesco y del cual muy poco se habla.

Si en esas estaciones científicas se realizan experimentos y mediciones, se utilizan unas importantes cantidades de recursos del pueblo, por lo menos llama la atención de los políticos de turno no nos muestren los resultados de esos experimentos donde se entierran parte del dinero de los impuestos.

Imaginemos que estos microondas son un proyecto que no ha dado resultado… pues para no dar resultado, hay demasiado interés a nivel internacional por tener un microondas, raro, raro, raro.

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