Aunque el pavo, junto con el
conejo, no son precisamente mis carnes favoritas, opino que se ha de comer de
todo y en la variedad está el gusto.
Además si solo comemos
nuestros alimentos favoritos, al final acabaremos aburriéndolos y no los
consideramos tan ricos como nuestro paladar los valora actualmente.
En esta ocasión preparare
los jamones de pavo como suelo preparar los contramuslos de pollo, el pavo
engorda menos, tarda más en hacerse y esta menos rico, que con ello no digo que
la receta quede mal, pero con los contramuslos de pollo queda de muerte.
Ingredientes (2 personas):
2 muslos de pollo
3 patatas medianas
2 zanahorias
2 tomates
1 puñadito de pasas
1 vasito de vino blanco (Moriles)
Curry
Sal
Aceite
Preparación:
Para la preparación de esta receta
es necesaria una cazuela de fondo grueso o en su defecto una sartén que tenga
tapadera que permita impedir que los líquidos de la comida no se evaporen.
En esta receta se puede
suprimir el aceite, pero especialmente utilizando pavo que es muy seco, recomiendo
poner un generoso chorrito en el fondo de nuestra cacerola.
Calentamos a máxima potencia
la cacerola y doramos en ella los jamoncitos de pavo.
Una vez dorados los
jamoncitos, bajamos el fuego al mínimo que podamos, el fuego ha de estar casi
apagado, cuanto más flojo este mejor.
Agregamos los dos tomates
enteros, tapamos y dejamos cocer hasta que el pavo comience a estar tierno,
sobre 30-45 minutos.
Mientras colocamos las pasas
en el vasito de vino para que se hidraten.
Cuando el pavo empiece a estar
tierno agregamos el vino junto con las pasas.
Pelamos las patatas y las
cortamos por la mitad.
Pelamos las zanahorias y las
agregamos enteras.
En este punto salamos y
especiamos (en mi caso solo sal y curry, pero podéis poner las especias que
gustéis).
Volvemos a tapar los muslos
de pavo junto con el resto de los ingredientes, dejándolos asandose, dándole
alguna vuelta de cuando en cuando hasta que la zanahoria y las patatas estén
tiernas, alrededor de otros 45 minutos, siempre con el fuego a la mínima
potencia que podamos.
Cuando este todo tierno
servimos, regando el plato con el juguito que nos habrá
quedado en el fondo de la cazuela.
A los que os guste el limón
si le añadís un generoso chorrito queda de muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario