En esta ocasión me complico
un poco la vida y siguiendo la receta de la web “Hogar Util” de la mano del
archiconocido Argüiñano, imito su post “Receta de popietas de solomillo de
cerdo en salsa de piña”.
La verdad la receta es que
esta receta resulta espectacular.
Ingredientes para 4 personas:
1 solomillo de cerdo
12 higos secos
200 ml de zumo de piña
1 cucharada de maicena
1 vaso de vino blanco seco (moriles)
2 cucharadas de miel
Sal
Pimienta
Preparación:
Aunque la verdad es que la
receta parece muy complica, no es dificil realizarla, además queda espectacular
en el plato, para el ojo y el paladar.
Otro gran secreto para el
éxito de esta receta en la mesa es el acompañamiento, Argüiñano lo acompaña de
una potente ensalada de escarola, pero yo he preferido acompañarla unas
sencillas y espectaculares patatas
al microondas, que es una receta que os aconsejo la guardéis como un sano,
sencillo y delicioso acompañamiento para carnes, pescados y fritos.
Lo único complicado de la
receta es filetear “a lo largo” el solomillo, pero con un cuchillo que no sea
de sierra y que este bien afilado no es difícil si tenéis un poco de práctica,
si no queréis correr riesgos, le pedís a vuestro carnicero que os lo filetee.
En primer lugar cortamos el
rabillo de los higos y les damos un corte para que se hidraten con facilidad.
Dejamos los higos en remojo
en el zumo de piña que utilizaremos para realizar la salsa, así hidratamos
estos y damos sabor al zumo de piña.
Mientras los higos se
hidratan preparamos el solomillo.
En mi caso he preferido
filetearlo yo, en lugar de sacar seis filetes como Argüiñano (además es más
fácil) he preferido hacerlo solo 4 filetes y servir un solo rollito de
solomillo por comensal.
Una vez fileteado el
solomillo lo salpimentamos.
Colocamos dos higos
(hidratados) en el extremo de cada filete de solomillo y sobre ellos enroscamos
el largo filete.
Con la ayuda de dos palillos
“cosemos” el filete y aguantamos los higos.
En una bandeja de horno,
añadimos un chorrito de aceite junto con el vino.
A continuación colocamos los
filetes enrollados de solomillo e introducimos al horno alrededor de una hora a
unos 200 ºC, no es necesario precalentarlo.
Cada 15 minutos vamos dando
la vuelta a los envueltos de solomillo y cuando el dorado este a vuestro gusto
retiráis y servís.
Mientras dura el proceso del
horneado podéis preparar la salsa.
En una sartén (o cazo) colocáis
un chorrito de aceite de oliva, el zumo de piña donde hemos hidratado los higos,
la miel y los higos que nos han sobrado y calentamos a fuego lento.
Cuando comience a hervir
espesamos la salsa con una cucharada sopera de maicena diluida en agua fría.
Le damos un hervor y
trituramos con la batidora.
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