En esta ocasión os traigo
una receta muy aburrida, pero como siempre hago tortillas raras, para una vez
que hago una tortilla de verdad (un poco chamuscada, pero riquísima) quiero
compartirla con vosotros.
Además la he realizado con
una de esas modernas sartenes cerámicas, que no las había probado nunca
haciendo una tortilla, la verdad es que la sartén se ha portado, aunque el
quemazón no he llegado a entender como ha sido, cocinaba la tortilla a fuego
lento y meneándola….
Debe ser que tengo que
aprender a hacer tortillas normales, soy mal cocinero o no me leí el libro de
instrucciones de la sartén cerámica.
Ingredientes (2 personas):
5 huevos
1 cebolla
2 patatas medianas
1 generoso chorro de leche
Sal
Curry
Preparación:
Aunque sobra explicar cómo hacer
una tortilla de patatas, pero puede que nos lea alguien (como me ocurrió a mí
cuando empezaba a cocinar, recuerdo que cocine arroz o pasta y en la receta no
ponía que había que ponerle agua… pues si en la receta no lo ponía, pues no la
necesitaría… sin más comentarios…).
Pelamos y troceamos la
cebolla y la cortamos en juliana.
Como estaba vago la metí en
la freidora a temperatura baja hasta que estuvo blandita.
Mientras se freía la cebolla
pelé y trocee las dos patatas.
Coloque la cebolla en un
recipiente suficientemente grande para admitir todos los ingredientes de la
tortilla.
Se fríen también, a fuego
lento las patatas, en la freidora, sin que lleguen a dorarse, ya terminaran su
cocción al realizar la tortilla, de esta forma quedará más jugosa.
Mientras se nos fríen las
patatas, batimos los cinco huevos, junto
la cebolla.
Añadimos la sal, el chorro
de leche y el curry, mezclando bien.
Calentamos un generoso
chorro de aceite en nuestra impoluta y nueva sartén cerámica y cuando este
caliente añadimos a ella toda la mezcla.
Mezclamos un poco con el
tenedor y con ayuda de una tapadera le damos la vuelta.
Si os sobra fría también
debe estar rica… de esta que pensé que sobraría la mitad… pero, no sobro
nadaaaaaa.
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