miércoles, 6 de mayo de 2015

Medicina egipcia



Como la medicina que conocemos en la actualidad, es algo que proviene del principio de los tiempos, aunque hace algún tiempo os publique un artículo sobre la “Medicina romana,” en esta ocasión quiero retroceder algo más en el tiempo y escribiros sobre la medicina egipcia.

En el antiguo Egipto, junto a los templos, existían unos anexos denominados casas de la vida, en dichas casas se formaban los médicos egipcios y se cuidaban a los enfermos especiales bajo la supervisión de los sacerdotes.

La esperanza de vida de los egipcios, era de 39 años en los hombres y de 35 para las mujeres.

El médico más antiguo conocido, vivió sobre el año 3.000 antes de
Cristo, aunque los primeros indicios de la medicina egipcia, nos han llegado a través de las ostracas y de antiguas recetas griegas.

Las ostracas son trozos de cerámica o fragmentos calcáreos, sobre los que los escribas egipcios escribían o dibujaban, puesto que los papiros eran mucho más caros y se utilizaban principalmente para escribir notas oficiales, mientras que las ostracas se utilizaban para realizar dibujos explicativos o satíricos, tomar notas o para el aprendizaje de la escritura jeroglífica.

El documento quirúrgico, más antiguo que conocemos en la actualidad, está datado en el siglo XVII antes de Cristo, es el papiro Edwin Smith, el cual explica los conocimientos de una época anterior.

También existe el papiro de Ebers, que consiste en una recopilación de textos médicos, mientras el papiro de Lahun nos cuenta temas referentes a la ginecología, el papiro de Hearts consiste en manual médico práctico, mientras que el papiro de Londres nos muestra gran cantidad de encantamientos.

Para los egipcios, la enfermedad consistía en que el paciente estaba poseído por agentes sobrenaturales, como enemigos con poderes mágicos, algún dios enfadado o simplemente un difunto enfadado, a causa de lo cual los médicos egipcios eran magos y médicos.

Para los egipcios el cuerpo (la carne), era imprescindible para alcanzar la vida eterna, lo peor para un egipcio era morir ahogado o quemado, pues de ambas formas su cuerpo se perdería.

La medicina egipcia era gratuita, general (incluidas todas las clases sociales), nacional (en todo el país) y siempre disponible (como las urgencias de la actualidad).

Las casas de la vida, dependían de la autoridad del templo, las cuales poseían un espacio de cuidados, que posteriormente seria denominado sanatorio, el cual poseía bañeras llenas de agua sagrada, donde eran sumergidos los enfermos para esperar la curación divina.

La medicina egipcia estaba jerarquerizada, el médico del faraón, era quien dictaba las normas del aprendizaje y la práctica de la medicina aplicada a los enfermos, por debajo del médico del faraón estaban los médicos de palacio, denominándose uno de estos doctor jefe del norte y del sur, bajo sus órdenes estaban los inspectores, los supervisores y los maestros de los médicos, en el escalón inferior estaban el resto de los médicos.

Todos los médicos, debían seguir estrictamente las normas indicadas por el médico del faraón, sin poder utilizar métodos propios o alternativos, aunque los resultados no fueran los deseados.

A causa de la momificación de los cadáveres los egipcios poseían un alto conocimiento del cuerpo humano.

La clasificación de las enfermedades, estaban catalogadas en tres tipos; las enfermedades que conozco y curaré, las enfermedades que conozco y no trataré y las enfermedades que no conozco y no trataré.

Habían en Egipto varios tipos de médicos, los sun-un (el hombre de los que sufren o están enfermos), los cuales ejercían fuera del templo, aunque con las normas del templo, teniendo como dios a Dyehuty, que los griegos llamaron Thot, estos médicos visitaban a los enfermos, aunque generalmente solo trataban un tipo de enfermedad.

Los médicos uabu-sekhmet, eran los que ejercían exclusivamente en el templo, dependían de la diosa de la curación (Sejmet).

También existía otro tipo más de médicos, los médicos exorcistas que curaban con amuletos y hechizos.

Las normas para diagnosticar las enfermedades, las encontramos en el papiro Ebers, que indica el procedimiento para tratar las enfermedades basándose en realizar preguntas al enfermo, con orden y paciencia, investigar entre los allegados del enfermo, detectar el origen directo e indirecto del dolor, la búsqueda de antecedentes familiares, si el enfermo recaía, comprobar la idoneidad del tratamiento y la preparación de un tratamiento a corto y medio plazo.

La misión de todo tratamiento, consiste en evitar el sufrimiento, posteriormente detener la enfermedad, para después eliminar esta.

Los principales medicamentos egipcios de origen mineral era el natrón (sal de Norte), trocitos de cobre, piedra de Menfis triturada (anestésico) y el ocre amarillo (tratamiento de quemaduras).

Los medicamentos vegetales eran abundantes, algunos de ellos fueron la algarroba, el cilantro, el ajo, la cebolla, la resina de acacia, la cebada asada y según afirman algunos la nicotina, entre otros muchos.

También, se utilizaban como medicamentos, productos animales como carne (heridas), miel (antiséptico), las telarañas (usadas como desinfectante), la grasa de vaca, la leche de burra, vísceras de cerdo, etc.

En los papiros de Grapow y Deines, se nos muestran más de setecientas fórmulas para la creación de medicamentos y perfumes, además en el papiro de Ebers, también tenemos alrededor de mil recetas mas.

Dentro de los remedios mágicos, se utilizaba la magia y excrementos (de cocodrilo, asno, pelicano, hombre, etc) para dar repugnancia al espíritu invasor y así hacerlo marchar.

Los alquimistas buscaban productos mágicos para curar enfermedades, rejuvenecer a las personas, buscar la inmortalidad, aumentar la potencia sexual, etc.

La medicina egipcia también practicaba la cirugía, donde sus técnicas se explican en el papiro  Edwin Smith, tales como la extracción de espinas, cosiendo las heridas, inmovilizando los miembros con huesos rotos, la curación de las heridas de guerra, las cataratas, la trepanación, la circuncisión, amputaciones tanto postraumáticas como punitivas.

Los papiros de Lahun, nos cuentan la influencia de la música en el cuerpo, también Herófilo (médico de Alejandría), regulaba el ritmo cardiaco con la escala musical.

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