martes, 20 de junio de 2017

Vieiras gratinadas con rovellones



Pero como no se trata de no comer solo carne, ayer toco marisco.

Compramos cuatro vieiras congeladas para estas navidades, pero se habían quedado olvidadas dentro del congelador y ayer me dio por gastarlas.

También tenia guardadas las conchas vacías, de otra ocasión que comimos vieiras, que para hacer una presentación bonita sirven, por lo cual si os decidís a realizar esta receta os recomiendo que después de comer las vieiras,  limpiéis las conchas y las guardéis, para un día que queráis hacer una receta con presentación especial.

Ahora pasamos a la receta…

Ingredientes (2 personas)

4 vieiras congeladas
4 conchas vacías y limpias, de vieiras que tengamos de otra ocasión.
1 tarro de robellones en conserva
1 lata de espárragos
Salsa bechamel
Salsa romesco
Perejil
Sal
Pimienta
Queso rayado
4 dientes de ajo


Preparación:

Sin descongelar, colocamos en la bandeja del horno las cuatro vieiras, salpimentandolas y les colocamos sobre ellas un par de cucharadas de salsa bechamel.

Colocamos abundante queso rallado sobre las vieiras.

Ponemos sobre cada una de las cuatro vieiras una hojita de perejil.

Gratinamos a unos 180º unos hasta que se empiece a dorar el queso.
Mientras tanto, pelamos y fileteamos los ajos.

Colocamos un buen chorro de aceite de oliva en una sartén y sofreímos los ajos, hasta que empiecen a tomar color.

Ponemos, junto con los ajos, los robellones, que habremos dejado escurrir con anterioridad.
Salpimentamos, sin abusar, las conservas suelen llevar sal.

Los sofreímos y reservamos.

Ahora, sobre las conchas que teníamos reservadas de otra ocasión, colocamos una generosa cucharada sopera de salsa romesco, sobre ella colocamos los robellones con su aceite y sus ajitos.

Si no tenemos las conchas, pues colocamos dos cucharadas de salsa romesco directamente sobre el plato y los robellones sobre ella.

Colocamos un esparrago de lata en cada concha alrededor de los robellones.

Rociamos con un picadillo de perejil fresco y colocamos dos conchas por comensal.

Cuando estén listas las vieiras, las servimos en el mismo plato, donde hemos colocado las conchas con los robellones, colocándoles también un esparrago de lata a cada vieira.

Y a la mesa, antes que se nos enfríen.

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